El ritmo de vida de la sociedad en la que vivimos es tan frenético que, casi, ni tenemos tiempo de pararnos a pensar. Reflexionar cada cierto tiempo y mirar a nuestro interior nos puede ayudar a tomar perspectiva para afrontar nuestra vida. Si tú también sientes que tu vida es agotadora y, en más de una ocasión, necesitas aire… ¡este es el post de tus sueños! Comienza a descubrir las tres técnicas, sencillas y rápidas, para relajarte sin salir de casa.
1. ORGANÍZATE
Parece obvio, pero a veces se nos olvida.
Al llegar a casa tras el trabajo, lo normal es tener otras miles de cuestiones domésticas que abordar: que si lavar la ropa, que si hacer la cena, que si poner sábanas limpias… ¡No hay problema! Lo imprescindible para que la ansiedad no te aborde es establecer una ruta de tareas. Sé realista y márcate mentalmente los tiempos para no caer en la histeria. En realidad, hay tiempo para todo; así que, cuando acabes o en las correspondientes pausas, siempre podrás disfrutar un ratito de tumbarte en el sofá a descansar…
2. RESPIRA
Vamos tan acelerados que, a menudo, se nos olvida atender a un proceso tan simple como respirar. Tomar constancia de cómo se produce te hará consciente de cómo el oxígeno llega a tu cuerpo. Inhala y exhala profundamente durante al menos cinco minutos; si puede ser tumbad@ y en silencio, mejor. Tras este ejercicio, sentirás cómo la energía ha vuelto de nuevo a ti, y te verás capaz de afrontar cualquier reto.
3. RÍE
Parece una tontería, ¡pero no lo es! Reír a carcajadas ayuda a liberar en nuestro organismo tres compuestos químicos: endorfina, serotonina, dopamina y adrenalina. ¡Una maravilla, vamos! :)
¿Y esto qué significa? Pues que reír es una medicina natural para nuestro cuerpo que, incluso, disminuye el insomnio y… ¡rejuvenece!
¿Algunos trucos?
Ver películas o series de género cómico, plantear juegos de mesa en familia interactivos, o ver y compartir los tan famosos memes, que tanto se llevan hoy en día, pueden ser desencadenantes para que rías a carcajadas, ¡pruébalo!
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